En torno de la figura del famoso financiero mallorquín Joan March Ordinas se han originado todo tipo de leyendas, hasta el punto de convertirse en una especie de mito. Mucha gente cree que provenía de una familia humilde y que su inmensa fortuna -cuando murió, el año 1962, era el séptimo más rico del mundo- surgió y creció a partir de la nada. Todo esto es completamente falso, como se ha confirmado por primera vez en la historia cómo se inició el magnate en los negocios.
Un dexcendiente de la familia March, Miquel Monjo Estelrich -biznieto de Rosa March Ordinas, hermana del financiero- encontró a principio de setiembre de 2001 10 libros de comptabilidad de la familia Marh. Miquel Monjo es uno de los propietarios del casal en el cual residió Joan March durante once años, desde 1905 (cuando se casó con Elionor Servera Melis, hasta 1916, cuando abandonó su pueblo natal, Santa Margalida (España), donde, al parecer, no volvió jamás. Los libros estaban guardados dentro de una sala grande de la casa, situada en la tercera i última planta. Sobre el embalaje que los protegía se leía "año 1895". Debe destacarse que muchos de estos libros fueron escritos por el propio Joan March Ordinas, de manera que, gracias a este descubrimiento, se dispone de una serie de documentos absolutamente inéditos que permitirán estudiar con mucho más detalle la figura de un personaje extraordinario y controvertido.
El descubrimiento de estos libros ha creado gran expectación, sobretodo después que muchos de sus contenidos se hiciesen públicos a través de la prensa, ya que en esos libros aparecen partidas destinadas al contrabando de tabaco y a los sobornos a las fuerzas de seguridad del estado.
La empresa March Hermanos era propiedad de tres socios: Joan March Rosselló, i Joan i Sebastià March Estelrich (que son, respectivamente, el abuelo, el padre y el tío del financiero Joan March Ordinas). La empresa fue fundada en 1805 y continuó funcionando hasta 1905. Los libros de contabilidad localizados corresponden a todo este período, con lo que el hallazgo tiene un interés máximo. Los documentos reflejan con todo tipo de detalles la totalidad de los movimientos económicos de la empresa de los March, que inicialmente se dedicó a la compraventa de cereales, ajos y cerdos, en su mayoría objeto de exportación , y posteriormente amplió sus actividades con el negocio de tabaco.
Diversos historiadores, entre los cuales destaca el catedrático de Historia Económica de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Carles Manera, han podido ver los libros y los han cualificado de "descubrimiento excepcional para la historia". Tanto, que obligarán a revisar las biografías que se han escrito sobre el financiero.
El catedrático Manera diferencia tres aspectos importantes que demuestran el valor de los libros de contabilidad localizados: el hecho que en su mayoría fuesen manuscritos del propio March; que por primera vez se podrá cuantificar el precio de la corrupción de la época, ya que en los libros se consignan los pagos a los vigilantes públicos; y el testimonio documental que suponen para estudiar la relevancia de las actividades económicas relacionadas con el sector agrícola en la primera mitad del siglo XX en Mallorca.